Recomendado en etapas de alto requerimiento de energía, como transplante de plántula, inicio de floración y desarrollo de fruto; promueve el crecimiento radicular, fortaleciendo a la planta; incrementa fertilidad y la actividad microbiana del suelo.
Aplicado al suelo (edáfico) o a la planta (foliar): favorece la capacidad de asimilación de nutrientes esenciales, particularmente del Fósforo, Nitrógeno y Potasio, así como macro y micro-nutrientes.
Activa los procesos de fotosíntesis y síntesis de proteínas, evita la concentración de sales, nivela el pH y además crea un medio optimo para la proliferación de organismos benéficos que impiden el desarrollo de patógenos, estimulando a la vez la humificación de la materia orgánica del suelo.