Dentro de los factores que afectan la disponibilidad y absorción de este elemento, nos encontramos por ejemplo con: bajo pH del suelo, bajas temperaturas, suelos con condiciones secas y altos niveles de elementos competitivos, tales como el potasio y el calcio. Estos últimos reducen la disponibilidad de magnesio. Bajo estas condiciones es mayor la probabilidad de encontrar una deficiencia de magnesio.
La deficiencia de magnesio, al igual que cualquier deficiencia, conduce a una reducción en el rendimiento. Dado que el magnesio es móvil dentro de la planta, los síntomas de deficiencia aparecen primero en las hojas inferiores y viejas. El primer síntoma es hojas pálidas, que luego desarrollan una clorosis intervenal. En algunas plantas aparecerán manchas rojizas o púrpuras en las hojas y se harán más susceptibles al ataque de hongos y bacterias. La expresión de los síntomas depende de la intensidad a la que las hojas se exponen a la luz. Las plantas con deficiencias que están expuestas a altas intensidades de luz mostraran síntomas aún mayores.